PROFESORES VS PADRES Y ALUMNOS: ANTES Y AHORA. NI TANTO… NI TAN POCO:

Antes le decias a tu padre (hace unos buenos años, es que ya estoy mayor): -«El profesor me dió un bofetón…» y tu padre te daba otro, diciendote: «algo habrás hecho».

Algunos años más tarde, el padre ya no daba el bofetón, pero seguía diciendo: «algo habrás hecho». Esto es lo que me ocurría a mí.

Ya hace mucho tiempo que los profesores no tocan a los alumnos…, faltaría más. De hecho ya ni los padres lo hacen…, faltaría más.

Hoy en dia es posible que un alumno le cuente a su padre que el profesor le llamó la atención y el padre vaya corriendo al colegio para pedir explicaciones al profesor, ya que hoy en día y por supuesto «tengo mucha confianza en mi hijo» y «pongo la mano en el fuego por mi hijo».

Hecho de menos el «algo habrás hecho», porque sin duda algo habrá hecho. Para los profesores no es divertido llamar la atención: el hacerlo desordena e interrumpe la clase, se cogen unos nervios que no son nada adecuados para el ambiente del grupo. Los profesores prefieren no llamar la atención, de hecho, precisamente para no interrumpir la clase en ocasiones se intenta con una mirada y una seña corregir el comportamiento inadecuado (la mayoría de las veces no funciona -garantizado-).

El padre que va a montarle el pollo al profesor, queda estupendamente con el niño, que se siente super apoyado por su padre y presume con sus compañeros que su padre le «echó la bronca al profesor»… faltaría más.

Los padres más respetuosos, utilizan argumentos adecuados del tipo: «debes llamarle la atención en positivo…», «nunca le llames la atención delante de los compañeros, eso le molestó mucho…», «es que no lo motivas lo suficiente…», y bueno… con estos argumentos profesor vs padre termina más o menos bien. Pero el caso es que incluso en estas ocasiones, el alumno va y presume con sus compañeros porque su padre «LE ECHÓ LA BRONCA AL PROFESOR».

Mi consejo, por el bien del alumno, es que si le vamos a «echar la bronca al profesor», nuestro hijo no se entere. En la mayoría de los casos el alumno no interpreta adecuadamente estas conversaciones de su padre con el profesor y ahí tenemos otra de esas experiencias no-educativas.

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IR A UNA CARTA DIRIGIDA A LOS PADRES AL RESPECTO DE «NO ENTIENDO LA NOTA QUE TIENE MI HIJO».

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