DISCIPLINA VS CONVIVENCIA

   En los últimos tiempos estamos acostumbrados a llamar las cosas por otro nombre.

   Nombramos las cosas de toda la vida con palabras diferentes… y si son en inglés… mucho mejor.

   Y si además las nombramos con las siglas correspondientes… pues mucho mejor.

   Y si las siglas responden a las palabras en inglés… pues ya ni te cuento… increíblemente mejor.

   Seguro que al lector se le ocurren un montón de cosas que ahora se llaman de otra forma, a alguno incluso nos molesta ese «esnobismo».

   Antes estudiabas y eras Aparejador… ahora estudias y eres Arquitecto Técnico. Algunos incluso que estudiaron Aparejadores ahora son Arquitectos Técnicos.

   Hemos cambiado la carrera de Empresariales por la de Administración y Dirección de Empresas, o mucho mejor… por ADE.

   Mi hijo acaba de terminar su TFG, esto es, su Trabajo de Fin de Grado.

   Francamente… no entiendo esta necesidad actual, ni siquiera en mi hijo.

   Este afán de darse importancia ha llegado a la EDUCACIÓN:

   Gracias a los teóricos de la educación, ya en clase no hacemos “trabajo en grupo”: ahora hacemos “TRABAJO COOPERATIVO”… ¿realmente suena mejor?,

   Resolver problemas es ahora PBL (problem based learning).

   Cuando desarrollo en clase actividades utilizando las Nuevas Metodologías de Aprendizaje, me encuentro con dificultades que el “ponente” de turno ni me las comentó…. siempre me he preguntado si los teóricos de la educación han dado clase alguna vez a alumnos, a jóvenes… En ocasiones parece que sólo han dado clase a profesores, a mí por ejemplo.

   Pero en esto de la educación, lo peor de lo peor es el cambio de la palabra DISCIPLINA por CONVIVENCIA.

   Antes en los Centros existían las Normas de Disciplina, las Comisiones de Disciplina… se hablaba de disciplina y todo el mundo sabía lo que se quería decir.

   Ahora en los Centros existen las Normas de Convivencia, las Comisiones de Convivencia, los Planes de Convivencia… se habla de convivencia y cada vez es más difícil “dar clase”.

Por “dar clase” entendemos el hecho histórico en el que el profesor explicaba contenidos nuevos y los alumnos atendían, tomaban nota con bolígrafo, en su cuaderno. A lo largo de la explicación, los alumnos podían interrumpir en busca de alguna aclaración al respecto (en aquellos tiempos el alumno levantaba la mano y esperaba pacientemente a que el profesor le diera la palabra). Esas aclaraciones solían ser preguntas concretas al respecto, que el profesor solucionaba para satisfacción de todos.

Estos contenidos nuevos permitían al alumno seguir avanzando en su aprendizaje. En ocasiones, esos contenidos eran imprescindibles para que el alumno superara un nivel y pasara al siguiente. De este modo se llegaba a la Universidad en el pasado histórico.

Bolígrafo y cuaderno corren el riesgo de ser también objetos históricos.

   Me temo que el problema es que cuando decimos DISCIPLINA, el alumno y su familia se hacen responsables y asumen las consecuencias de los comportamientos inadecuados de sus hijos; pero cuando decimos CONVIVENCIA es el Centro (Equipo Directivo, profesores..) al que los padres y la Administración Educativa de turno, hacen responsable, de los comportamientos inadecuados de los alumnos.

   Estos alumnos con comportamientos inadecuados no cabe la menor duda que son la minoría, pero producen un efecto nefasto sobre la mayoría.

   El cambio de Disciplina por Convivencia hace referencia al “derecho de las minorías”, un término fantástico que desgraciadamente se ha cambiado actualmente por las “exigencias de la minoría”, que también ha llegado a la educación.

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